Quieres tener tu propio hogar, lo tienes claro. Has pensado ya en todos los detalles y te sientes preparado para cumplir uno de tus sueños, pero hay algo que se interpone y es el no encontrar la vivienda adecuada. Antes de que te desanimes y renuncies a tu ilusión debes de contemplar la ‘Hipoteca Autopromotor’, ya que te permitiría hacer realidad tu hogar ideal al financiar su construcción.
Si leyendo este primer párrafo ves más cerca el tener tu vivienda, no dudes en seguir leyendo este artículo y, así, saber más sobre la hipoteca autopromotor.
¿Qué es una hipoteca autopromotor?
Sí, tú te vas a construir tu casa por lo que la hipoteca autopromotor, a diferencia de las hipotecas convencionales que financia la compra de la vivienda, sirve para realizar la obra y financiar así la construcción.
Es importante tener muy claro que este producto hipotecario está exclusivamente destinado a la obra de tu nuevo hogar, por lo que deberás de poder acreditar que el terreno ya es tuyo. En otras palabras, la hipoteca autopromotor no se puede utilizar para adquirir el terreno, ya que antes ya deberás de haber tenido que demostrar que eres el propietario.
Hipoteca autopromotor y hipoteca convencional: diferencias
La principal diferencia se encuentra en lo comentado en el punto anterior, no está destinada a la compra de una vivienda ya identificada sino que se utiliza para construirla, al poseer un terreno que actúa como garantía. Está diferencia afecta al proceso normal de solicitud de una hipoteca, ya que para poder conceder un préstamo hipotecario es necesario que el cliente ya tenga elegida una vivienda y así poder calcular su importe y el porcentaje de financiación que necesita.
Otra diferencia sustancial es el hecho de que la hipoteca autopromotor ofrece una gran flexibilidad pudiéndose adaptar a la situación y necesidad de cada uno de los solicitantes, siendo así un producto personalizado.
¿Por qué se llama autopromotor?
No tiene un origen muy particular, ni una gran historia detrás. Y es que, su nombre se debe por los créditos que se otorgaban a las promotoras, las cuáles solicitaban hipotecas para poder financiar la construcción viviendas. Una vez las iban vendiendo la promotora solventaba el préstamo hipotecario que había acordado con la entidad financiera.
¿Cuáles son los requisitos?
Para poder solicitar una hipoteca autopromoción hay que cumplir con una serie de condiciones, algunas ya las hemos comentado como son: ser un particular y acreditar la propiedad de un terreno.
Pero, hay otra serie de requisitos que son imprescindibles para poder acceder a la financiación.
- No basta con ser propietario de un terreno (tiene que estar anotado en el Registro de la Propiedad) sino que también debe de tratarse de una terreno calificado como suelo urbanizable o urbano
- Disponer de licencia de obras aprobada por el ayuntamiento al cuál pertenece el terreno
- Presentar un proyecto de construcción, validado por el Colegio de Arquitectos, y un presupuesto de construcción
- Disponer del Certificado Energético
¿Cómo funciona una hipoteca autopromotor?
Todo empezará a funcionar una vez se te haya concedido la licencia de obras y la hayas hecho llegar a tu banco, para poder hacer una valoración real de los niveles de financiación que vas a necesitar. Lo más habitual es que la entidad bancaria te otorgue un máximo del 80-85% del capital necesario y una duración máxima del contrato de unos 30 años.
A medida que avanza la construcción de las obras la entidad irá liberando el volumen de financiación estipulado en cada una de las fases.
Así es su proceso
Es importante tener claro que el banco no va a prestar al inicio y de golpe el capital acordado, sino que irá en función de la evolución de las obras. Un proceso que se divide en las siguientes fases.
- Tramo suelo
Incluye la parte inicial del proyecto y por lo tanto el estadio en que el banco va a proporcionar mayor nivel de financiación. Esto se debe a que hay que pagar el proyecto del arquitecto y el inicio de las obras.
- Tramo de certificaciones
A medida que el ritmo de la obra va avanzando se deberá ir pagando al constructor, sino corres el riesgo de ver interrumpidas las obras. Bromas a parte, durante esta fase deberás entregar al banco las certificaciones de obra o justificantes de arquitectos, ya que (y esto va en serio) el banco únicamente te proporcionará más financiación si ve que va avanzando.
- Tramo de fin de obra
No es hasta que una vez se haya terminado de construir tu vivienda, que el banco no facilita el porcentaje restante de la financiación. A parte de haber terminado la obra es necesario, e incluso imprescindible, poder aportar la cédula de habitabilidad.
Ventajas y periodo de carencia
Optar por construirte tu propio hogar tiene algunas ventajas como son el ahorrarse los pagos a promotores inmobiliarios, pero sobre todo el disponer de un control total sobre la construcción de tu vivienda: tu controlas, tu eliges como la quieres.
Es importante tener en cuenta que, durante el tiempo que dure la construcción de la obra la mayoría de los bancos suelen aplicar un periodo de carencia. Esto se traduce en que, hasta que no hayan terminado los plazos de la obra, únicamente, deberás hacer frente a los intereses del préstamo hipotecario y, por lo tanto, todavía no asumir la amortización de la deuda.
Tu hogar a medida y tu hipoteca ideal
Poder cumplir el sueño de construir tu propio hogar es más fácil si consigues la mejor financiación posible. Y es que, independientemente de si construyes tu hogar, compras uno ya hecho o uno nuevo, ser propietario de tu vivienda es un sueño que con Helloteca se puede cumplir. Contamos con un equipo de expertos hipotecarios que gracias a su experiencia y conocimientos del sector te garantizan las mejores condiciones hipotecarias, además de acompañarte durante todo el viaje que significa solicitar una hipoteca. ¿Te ayudamos a cumplir tu sueño?