¿Qué ocurre cuando te retrasas en el pago de la cuota de tu hipoteca? Sudores fríos. Esa es seguramente la primera sensación que experimenta tu cuerpo. La segunda reacción, posiblemente, sea escuchar ‘Intereses de Demora Hipotecario’ lo que puede causar una tercera reacción en la que resolver las dudas y las preguntas sea el principal interés.
¿Qué es el interés de demora hipotecario?
Es muy fácil de entender en qué consisten, ya que el intereses de demora hipotecario se refieren al porcentaje que el deudor (el solicitante de la hipoteca) debe de costear como penalización al demorarse en el pago de la cuota. Por lo tanto, consiste en una penalización económica, que establece el banco y que pretende sancionar el retraso en el pago.
Importante: hay que tener en cuenta que, el interés de demora hipotecario se especifica en la escritura del contrato hipotecario.
Cuando se aplican
Se aplica cuando el deudor incumple sus obligaciones de pago con la entidad bancaria. Y es que, el banco impone el interés de demora hipotecario desde el primer día en que el deudor se retrase en el pago de su cuota mensual.
Objetivo
Tiene una doble finalidad, por un lado, evitar a los deudores que se demoren con el pago de la hipoteca, ya que con el interés de demora hipotecario se aplica un cargo económico sobre la cuota. Por otra parte, se busca compensar a la entidad bancaria al estar expuesta a un retraso en el pago.
Regulación
En términos legales, el interés de demora hipotecario ha sido objeto de debate entre los consumidores y los tribunales, por lo que se ha revisado su aplicación y modificado su naturaleza creando nuevas leyes.
Anterior Ley Hipotecaria
Anteriormente, estaba vigente la Ley 1/2013 con la que el interés de demora hipotecario podía llegar a superar el 20%, multiplicando así por 5 o 10 veces el interés inicial.
Un porcentaje que se terminó considerando abusivo, ya que representaba una compensación excesivamente desproporcionada para aquellos clientes, que se retrasaban con el pago de una o varias cuotas.
Ley Actual
El 16 de junio de 2019 entró en vigor la nueva ley hipotecaria, en la que se definían nuevos cambios, que eliminan las cláusulas abusivas al fijarse en el interés remuneratorio y no en el interés legal del dinero.
La principal diferencia con la ley anterior es que solo se pueden sumar un máximo de 3 puntos sobre el interés remunerado. En otras palabras, esto significa que si el interés acordado con la entidad financiera es del 1,2% el banco no podría aplicar un interés de demora hipotecario superior al 4,2%.
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